Los padres y educadores de los niños tienen un papel esencial en la educación alimentaria, por ello se debe realizar con tiempo y dedicación y de una forma didáctica y divertida. Algunas recomendaciones para enseñar buenos hábitos alimentarios a los niños son:
- Transmitir la importancia que tiene la alimentación y la diversidad que hay en función de las necesidades del organismo. Enseñarles la pirámide nuricional.
- En el supermercado, mostrarles las posibilidades que tenemos en elegir los alimentos adecuados entre un abanico de posibilidade
- En el momento de las comidas, enseñarles los buenos hábitos como lavarse las manos antes de comer, los buenos modales en la mesa, comer despacio y con tranquilidad, etcétera.
- Dejar que ayuden en la cocina, haciéndoles partícipes, para que aprendan los peligros y los buenos quehaceres.
- Hacer atractivos los platos, con olores, sabores o texturas, que estimulen las ganas de comer.
- A la hora de comer, utilizar utensilios que sean manejables para ellos.
- Que aprendan con videos y libros instructivos sobre alimentación.
- Hacer de la hora de comer un rato agradable, atractivo y relajado.
- Mantener conversaciones en la mesa, para que ellos puedan expresar sus experiencias y opinen de los olores y sabores de los alimentos.
- No utilizar los alimentos como premio o castigo.
- Servirles las porciones adecuadas, que nunca es comparable con un adulto.
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